Todo lo que no escribí porque estaba en Málaga

Me he ido de vacaciones como Bad Bunny.

Querido diario,

La última vez que escribí por aquí a penas llegaba a 2.000 personas y ahora vamos camino de casi 2.500. Es bonito pensar que cada semana hay más gente por aquí. La verdad que me pone muy contenta pensar que lo que escribo desde mi portátil, cada vez va llenando teatros con más aforo.

He estado una semana sin escribir porque me fui de vacaciones a Málaga, y aunque solo han pasado unos días, siento que me desconecté de absolutamente todo y que conecté con estar con mi familia y reírnos de chistes internos que solo hacemos una vez al año.

Mis abuelos emigraron de un pequeño pueblo en Málaga pero volvían todos los agosto y en nuestra herencia está la relación entre los primos que vivimos entre Málaga y Tarragona. Tener pueblo y poder disfrutarlo con tus primos es la cosa más divertida del mundo y es muy triste que solo pase una vez al año, por eso haber podido vernos en Semana Santa se ha sentido cómo hackear el tiempo y poder estar en verano un ratito.

A recalcar que he estado conduciendo por la zona de mi pueblo (nunca lo había hecho pero esta semana era la adulta responsable, porque soy la prima mayor) y me he acordado mucho de mi abuelo, que diría al verme coger un coche por la carretera que él ha pasado tantas veces, con sus sobrinas-nietas, con lo mucho que nos reímos y lo bien que nos lo pasamos juntas.

Estos días hemos alargado las sobremesas hasta casi las 6 de la tarde hablando de absolutamente todo. De verdad, que no hay sitio en el mundo en el que me guste estar más, que en una sobremesa con la gente a la que quiero. Que la vida sea una sobremesa interminable💖🌟.

Tengo mi nota del iPhone en el que me apunto frases graciosas que dice la gente (si me conoces fuera de Substack sabes de su existencia) y tengo esa nota temblando de las risas que nos hemos echado estos días.

Menos mal que podemos reírnos de todo, aunque sea con el tiempo. Y que nos queda mucho por reír y por vivir.

Entre otras cosas, también he estado en Tarragona con mis amigos, hemos celebrado cumples y hemos inaugurado un piso y al final la vida es eso, celebrar todo lo que nos pase sea bueno o malo!!!!!!

Iba a poner una broma interna nueva que tenemos pero es demasiado personal para ponerla aquí y que lo lea todo el mundo. I’m so sorry, si fuésemos menos la contaba :) Desde el lunes por la mañana, por razones eclesiásticas, nuestro group chat está en un Cónclave infinito por lo que sea.

Pero bueno, volviendo al tema, es fuerte ver a tus amigos hacerse mayores porque yo he hecho muñecos de plastelina con esta gente y ahora estamos hablando de la declaración de la renta, pero así es la vida.

Estoy de vuelta por aquí, con un poco de color en la cara, ganas de escribir y la sensación de que la primavera suena Txarango por las esquinas, como debería sonar siempre. Y es que ayer fue Sant Jordi y en Cataluña es un poco como si fuese San Valentín y Barcelona está llena de polen y huele a rosas y se regalan libros y no se puede caminar por la calle pero es bonito. Es como un recordatorio de que queremos en voz alta a veces y que la primavera es bonita, después de un invierno que se ponía el sol antes de que saliésemos del trabajo.

Me despido del sur por un ratito porque en nada vuelvo y a acostumbrarme esta semana a volver a estar en Barcelona y ponerme al día con todo el mundo, como estoy haciendo por aquí. A vosotros también os tengo que poder al día de todo, pero es que también tengo en borradores una carta muy triste que no sé si debería enviar porque ha pasado tiempo, pero allí sigue. Escribir siempre ha sido para mi la mejor forma de sanar pero a la vez me da pánico cada vez que le doy a publicar me invade por un momento la ansiedad de decir en voz alta que a veces estoy triste y me duele el corazón y que a veces me hacen daño. Pero también me siento profundamente agradecida. Por poder contarlo. Por tener un sitio como este para poder hacerlo.

Nos leemos la semana que viene,
Lara <3